Llevo unos días/semanas leyendo una barbaridad seguida de una barbaridad mayor. Ya puede ser la “garrulez” mas “garrula” oída en la vida, que si de la misma se desprende un ataque a Cataluña No le faltará quien la aplauda.
En este sinsentido. Me he decidido a realizar un llamamiento al sentido común. No a los intereses particulares de tal empresa o tal colectivo. Sino al sentido común. Ese tan poco común en nuestros tiempos.
Independencia.
Si miramos atrás en la historia son incontables los territorios que en un momento u otro han decidido proclamar su independencia respecto de otro estado. NINGUNO, por lo menos ninguno que yo conozca, han logrado dicha independencia porque al estado, digamos… opresor, se le haya ocurrido, que:
“ya ha llegado la hora de dejar de obtener beneficios del territorio que mantengo bajo mi poder”
NO. Se ha necesitado de movimientos armados, resistencia, lucha, etc. Y tras conflictos prolongados. Bien directamente por derrotas, o bien porque No resultara rentable ni interesante mantener el conflicto, dicho estado, ha claudicado y aceptado que se proclamen como estados independientes.
Y aquí, hago mi primer llamamiento al sentido común.
¿Cual sería el camino de una independencia sin el uso de las armas?
La historia nos ha enseñado que las independencias se conquistan con lucha. Pero…
Ahora nos gusta afirmar que somos mas inteligentes. Que estamos en el siglo XXI y bla bla bla.
Pues bien. si usamos el sentido común.
Y descartamos el uso de las armas como único medio de lograr la independencia.
Nos lleva a…
¿Que sea el estado opresor el que voluntariamente decida dejar de disponer de sus recursos?
Obviamente NO. ¿Habría cedido Inglaterra voluntariamente a dejar de percibir los beneficios de todas sus colonias por simpatías? Ni Inglaterra, ni España, ni… Ningún estado va a dejar de percibir beneficios por iniciativa propia…
Si no es el estado opresor… ¿Qué nos queda?
Nos deja un único camino supuestamente “aceptable” para el momento histórico que nos ha tocado vivir. No es otro que llevar a las urnas a la población afectada para realizar o rechazar la acción de forma democrática y civilizada y si una mayoría amplia rechaza independizarse, la independencia No tendrá sentido. Y si una mayoría amplia considera que ha llegado el momento de declararse como estado independiente. La independencia será el camino.
Porque NO estamos hablando de lo que yo como madrileño quiero. O lo que a mi como madrileño me viene mejor, o…
NO. No estamos (o mejor dicho, NO DEBERIAMOS de estar…) tratando sobre lo que sintamos o lo que queramos para Cataluña. Sino de lo que LOS CATALANES decidan para Cataluña.
Y de nuevo. Trayendo al frente el sentido común. Por mucho que nos pueda doler o molestar su partida en caso de que así lo decidieran. Son ellos y unicamente ellos quienes han de decidir si ha llegado el momento de volar como un estado independiente o seguir perteneciendo a España.
Y aquí, poco tienen que decir los intereses.
- No tiene cabida el si a España le resulta mas o menos rentable mantener bajo su tutela a Cataluña. Una idependencia es OBVIO que NO le va a gustar ni le va a resultar rentable al estado opresor.
- No tiene cabida si cierto banco va a obtener menos beneficios.
- No tiene cabida si la federación de futbol española va a ver mermados sus ingresos.
- No…
NO… Es lógico que España sufra una merma. Si se va un territorio. de nuevo, ES OBVIO que NO va a ser rentable… Pero como NO lo fue cuando Inglaterra perdió la India, ni cuando se independizaran los futuros estados unidos ni…
Una independencia, es una independencia y tiene unas consecuencias.
Esgrimir como argumento que la independencia repercutirá económicamente de forma negativa al estado opresor, de puro obvio resulta estúpido…
Si nos concentramos en el sentido común y no en los sentimientos o intereses particulares.
Si queremos haber dejado atrás el tiempo en el que las independencias se conquistaban con armas.
Deberíamos aceptar lo que democráticamente haya decidido el pueblo catalán y respetar si deciden separar nuestros caminos.
- Aquí, lo que dicta el sentido común. NO es la imposición por la fuerza a obligarles a ser españoles porque nuestra fuerza armada sea superior sino a trabajar por tender puentes en lugar de muros.
- A cerrar acuerdos que aseguren que los catalanes No partidarios de la independencia vayan a mantener en la medida de lo posible su vida con la menor alteración posible.
- Etc.
Podemos abordar la separación como una novia celosa y destructiva que nos separe irremediablemente para siempre.
O podemos tener una separación consensuada que nos permita recurrir mutuamente para cualquier pequeño problema tras siglos de convivencia.
En como forcemos que sea la separación. Estaremos decidiendo que tipo de “ex” tendremos para el futuro.
Claro. Lo veo fetén. Pero en tal caso, y aplicando el susodicho sentido común, si un español, que siente como suya Cataluña en tanto parte de España -su nación-, tanto en el plano cultural, económico y territorial, como simbólico y emocional -igual que siente como suya Cataluña un catalán, o Andalucía un andaluz, o cada uno su ciudad como su ciudad-, … ¿no sería lo más lógico que se preguntara al resto de España sobre la independencia de Cataluña? Que se haga un referéndum al respecto pero a nivel nacional, siendo aquí «nacional» equivalente a «español», en el que estén implicados los demás: canarios, castellanos, andaluces, gallegos, vascos, aragoneses, cántabros, asturianos, riojanos, murcianos, extremeños, ceutíes y melillenses. Cuando se piensa, por ejemplo, en patrimonio histórico o artístico, yendo a lo simbólico y emocional, de una nación como España, los logros y obras de un Miró, un Ramón Llull, un Gaudí o un Tàpies pueden ser sentidos e interpretados por un canario o un castellano tan suyos como los de un César Manrique, un Cervantes, un Juan de la Cierva o un Quevedo. El problema es la falta de empatía y comunicación auténtica entre los diversos pueblos o «nacionalidades históricas» de España -que por lo demás es vista y entendida (curiosamente más desde fuera que desde dentro) como un Estado-nación de pura cepa-, en donde las Autonomías han creado una falsa sensación de «federalismo», y a menudo a mirarnos cada cual sólo nuestro bello ombligo.
No tiene razón de ser por lo menos en lo que al sentido común se refiere…
Imaginate que hubieran sido las voces de los ingleses quienes determinaran el destino de todas las tierras que estaban bajo su control… Se contesta por si solo.
He visto un par de veces la palabra «opresor» y he pensado que ya había leído suficiente. Demasiadas tonterías.